domingo, 17 de abril de 2011

EL POBRE NAZARENO

Meciendo su cabello de espinas coronado
sopla el viento, sólo quiere acariciarlo.
El sol, antes de huir, alcanza en su destello
las vueltas del cordón que sujeta sus manos.

Silencio emocionado en su camino,
olor a incienso y velas derretidas,
quejido de cadenas, redoble de tambor,
saeta en las gargantas encendidas.

Alzad su recio trono con esmero,
que luzca inmaculado el terciopelo.
¡Mas brío en esos hombros que quisieron
llevar en procesión al Nazareno!

Si al roce del varal duele la llaga
mirad su tez morena ensangrentada,
la angustia y el dolor en su mirada
hará nacer la fuerza que os faltaba.

Vasallos en sus hábitos morados,
reunión de cofradía en Jueves Santo,
penitentes con la Cruz, los pies descalzos,
reviviendo el dolor de Tu Calvario.

Perfumada la noche de claveles,
ya viene de regreso hacia su Templo
y hasta la blanca Luna se conmueve
y le envía un haz de estrellas desde el cielo.

¡Arriba con el paso esos anderos,
un último vaivén vibrante y lento!
La voz rota de amor y de lamento,
rendida de emoción le dice al viento

Cuanta verdad, Señor, hay en Tu nombre
¡Viva el Hijo de Dios!
¡Viva Jesús, El Pobre!

2 comentarios:

Merce dijo...

Ante esto no tengo palabras. Sabes que cuando leí esta poesía me encanto y cada vez que la leo me emociona. ¡¡Viva Jesús El Pobre y Vivan sus Costaleros!!

paco dijo...

es preciosa prima me a encantado eres una artista