miércoles, 16 de febrero de 2011

SAN VALENTÍN… ¡QUE CABRÓN, CUPIDO!

¡14 de febrero, el puto día de los enamorados! Si no le regalas algo se enfada, si le regalas algo que no es lo que espera... se enfada más.
La culpa de todo la tiene el Cupido ese, el sarasón rubito con alitas y arco que le complica la vida a uno sin que se lo pida nadie.
Ahí va, el gilipollas, lanzando flechas con los ojos vendados; y tú, tan tranquilo, en el metro, camino del curro, de repente notas una punzada en mitad del pecho -o del culo, que no es muy cuidadoso, el desgraciao- y de repente la que va sentada enfrente de ti rascándose la nariz, con pinta de bibliotecaria aburrida, también siente lo mismo. Y no sabes porqué pero la ves mona de repente, y la ves en tus brazos, en tu cama y en tu vida. Y en tu vida se queda quitándotela día a día.
Si es que hasta Apolo está a punto de despedirle y mandarlo al paro, que no da una.
- ¡Joder, Cupido, ya la has liado otra vez, coño! Que te quites la venda, leche, que tengo más reclamaciones tuyas que los de la OCU.
- Ya… lo siento, Apolo. Es que se me disparó el arco, y… la gente no para de moverse, y…
Pues digo yo, si quiere un entretenimiento que se cambie a los bolos o coleccione sellos. Y para este curro, que requiere precisión, que contraten a Guillermo Tell, que tenía mejor tino. ¡Cualquiera le deja a éste una recortada!
Creo que Apolo se ha puesto serio con él y le ha dicho:
- O practicas un poco o te paso a dios de la guerra, que los tienes a todos mas cabreaos que una mona. Igual te va mejor en ese ministerio.
Pero claro, Marte ha dicho que él no deja lo suyo, que le va muy bien en Irak y que tiene muchos proyectos de futuro para su empresa.
- ¡Jolines! Si a veces acierto... Mira con el Iker y la Carbonero, o con el Piqué y la Shakira
- Siiiii, esos van a ganar otro mundial por los cojones. ¡Coño, apunta a la Rosy de Palma!
- Lo he intentado, pero es que rebotan las flechas.
- Pues practica, Cupido, practica.
- Si a veces me sale. Mira Jordi Puyol y la duquesa de Alba, de esos no me dices nada, ¡eeeeh!
¡Que me dejaran a mí ajustarle a éste las flechas, se iba a enterar el muy mierda! Lo que tiene que hacer es preguntar antes.
- Oiga, usted, que le toca flechazo, ¿qué le gustaría?
Y ya tú, pues te lo planteas y le dices:
- Pues entre la Pataky, la Longoria y Bar Refaeli… la que más a mano te pille.
¡Joder! Que uno es comprensivo y no le exige una por narices. Pues ni aún así, el capullo va y te encaloma a Doña Asunción Rodrigañez Pinto, vecina de Tomelloso, y se queda tan ancho. Claro, como los ángeles no tienen sexo y no es él quien tiene que trincársela por las noches...
Bien es cierto que con el tiempo caduca el efecto y te puedes arrancar la flecha, pero claro, el divorcio te lo pagas tú, y ni indemnización por daños ni perjuicios ni nada. Además, que no sabes que es peor, porque te vuelve a ver tiempo después con la diana libre y lo mismo te endiña al vecino del cuarto, ese que te pone ojitos cuando bajáis juntos la basura. Y, claro… entonces sí que te han dado por culo, literalmente.
Yo le tengo tanto asco que en vez de Cupido tenía que llamarse Escupido, porque es de lo que le dan ganas a uno, de escupirle. Por favor, Apolo, haz una remodelación de gobierno y si no es posible que sea Escupido que al menos sea Ex-Cupido. Y si no que apunte a su madre y te joda la vida a ti.

1 comentario:

Valentín dijo...

Perdon y digo yo ¿quién es ese Cupido?